Friday, September 01, 2006

Decadencia!!

Desperté muy angustiada. Mire a mi alrededor y no sabia donde estaba, vi hacia el suelo y el espectáculo era bastante…como decirlo “alternativo”, restos de comida, colillas de cigarros, un espejo quebrado, vasos volteados. La pieza tenía un olor penetrante a marihuana, vodka, papas fritas, desodorante ambiental, sudor, vomito y sangre. No estaba segura que el sol haya salido y pensé en que quizás la técnica del yedi me funcionaria y podría abrir la ventana con el poder de mi mente, pero ya no estoy segura de tener a la “fuerza” de mi lado, mi cerebro es el campo de batalla de una guerra encarnizada entre mi neurona alcohólica y la otra que es adicta a la marihuana. Decidí levantarme, pero todo me dio vueltas y el olor era más intenso cada vez, a penas alcance a llegar al baño a expulsar los restos de mis órganos, de pronto se encendió la TV. Y sentí ganas de decir “ayúdanos Obiwan-Kenobi eres nuestra única esperanza”, pero no creo que sea yo una de sus aliadas favoritas… creo que el alcohol me tiene media trastocada. No creí que fuera tan tarde, no puedo llegar tarde, menos hoy, quizás debí esperar que yo sola me rehabilitara, pero la maldita intervención me tomo por sorpresa y con una resaca horrible, por la que no quería saber nada de alcohol o alucinógenos varios, ni carretes ni menos reventones, bueno lo prometí y una promesa es una promesa… no es que nunca haya roto una promesa, pero si eso hace que me dejen en paz, lo haré, haré lo que sea. El agua estaba fría y al caer por mi espalda sentí escalofríos, olvide que guarde toda la ropa. Trate de no verme lo menos demacrada posible, pero era inútil no podía ocultar las marcas del trasnoche y menos los efectos secundarios del alcohol y las drogas. Tome mi cigarro y salí. Necesito mi cigarro matutino, me compre una sal de fruta y entre a un restaurant pedí agua y un café. Camine por inercia como ½ hora después fui tomando el peso de lo que estaba apunto de hacer, oí un horrible ruido, pero excitante a la vez, un auto freno de prisa y la victima un perro, el que salió cojeando como si nada, pero pude notar que le habían arrancado una pata y solo colgaba una vena, observe al pobre perrito tratar de alejarse, pero le era imposible con 3 patas, de pronto alguien se me acerco, era uno de los que anoche estaban en mi departamento, uno de los peores. Me invito a una fiesta en casa de su amigo, le dije que no podía, me miro con cara de maniático sexual, como todos, como todas, como cada persona que conozco últimamente. Después su cara se cambio a resignación y me dijo con la voz mas deprimente que encontró: “Que fome, tu eres la única que conozco que es tan reventada como yo”, creo que se sentía orgulloso de eso y para mi fue un impulso de seguir mi camino. Como puedo parecerme a él, pasar todas las noches alcoholizándome o drogándome sin tener conciencia de lo que hago con mi cuerpo, desperdiciando la inteligencia en conversaciones tan superfluas como irrecordables, malgastar tu presente sin pensar en el futuro, como alguien puede llevar una vida tan autodestructiva y no sentir remordimientos o miedo a lo que le pueda pasar, en que tipo de persona será, pero quien soy yo para juzgar, me detuve frente a una tienda y vi a una mujer, no tenía más de 20 años, peor parecía agotada, consumida por el miedo al fracaso o a no poder adaptarse a los cambios que estaba sufriendo, pobre mujer, cuando sorbió su vaso de café note que esa mujer era yo ¿Por qué es tan fácil juzgar a los demás y nos resulta tan difícil entendernos cuando cometemos los mismos errores? Soy igual al tipo ese y la verdad es que cuando pensé que hablaba de él, lo hacia de mi. Por fin voy en el camino correcto