Oda Al bulto en su pantalón

Aquel bulto que me hace suspirar

Aquel bulto q vibra y micciona

Aquel bulto q no miente cuando algo lo emociona

Aquél bulto que perturba mis sueños

Aquel bulto Oh aquel bulto objeto de deseo

Anhelo de mi vida y mi vagina

Aquel  bulto que corrompe mi visión

Aquel bulto que me hace arrodillar

Como niña en su primera comunión

Aquel bulto como hostia en mi boca quiere entrar

Esa hostia que mi lengua jadeante desea probar

Aquel bulto que me hace cuestionar la fe

Aquel bulto que me pide expiación

Aquel bulto que ruega mi confirmación

El frío del Fierro contra mi piel me despertó, había alguien en mi habitación apuntándome con un arma. Pensé q era un sueño y trate de despertar de la pesadilla pero el arma seguía ahí, también el hombre con un pasamontañas, quice gritar pero solo me salió un gemido, que sonó más sexual que de terror, sus ojos verdes me examinaban con furia, su respiración era agitada, jadeaba y resoplaba. Saco el cobertor de mi cama y comenzó a deslizar el arma por mis brazos desnudos, el frio metal hizo que mis pechos se endurecieran y mis pezones tensaron el casi transparente pijama que llevaba, puso el arma en mi frente bajando por mi nariz, rodeo mis labios casi dibujandolos volví a gemir y esta vez fue casi de puro placer, estaba asustada, pero tan caliente que mi pijama quedó empapado al instante, que le sucedía a mi cuerpo, tenía reacciones que yo no planeaba sentir, mis caderas se movian, ansiosas, ganosas, de dos tirones rasgo mi pijama y yo grite de placer , sus ojos estaban rojos y jadeaba, me dio un golpe en mi seno izquierdo , y pensé eso dejara un moretón y tendré una recuerdo de el, me sentía convulsionar, el arma me recorría golpeaba y yo solo gemía , mi boca seca perdía saliva con cada gemido y el entendió mi mensaje puso la pistola en mi boca y yo la chupe, con rabia con placer con hambre. Cuando estuvo mojada lo suficiente la metió en mi entrepierna, la froto contra mi vulva palpitante, abrí mis piernas y Levante las caderas invitándolo a entrar y eso hizo , la metió suave temeroso , gruñi para hacerlo enojar y la empujo con fuerza , se volvió violento húmedo caliente y yo solo pensaba en sus manos resbalosas en el gatillo y llegué a un orgasmo que me sacudió el cuerpo como ataque epiléptico, grite, llore y la pistola seguía entrando y saliendo , el ruido de mi vagina siendo invadida me exitaba más y más, se detuvo de golpe, saco la pistola la lamió y salió....