Tuesday, August 29, 2006

Sin Remordimiento



Un escalofrió recorrió mi cuerpo, era extraño ver mi cuerpo reflejado en el agua. Se notaba como de a poco se iban relajando los músculos de mi rostro, esa vena en mi frente bajó las palpitaciones, poco a poco comencé a ser yo otra vez.

El maullido de un gato me hizo reaccionar… ¡Maldito! Espero que no se acerque... sino lo va a lamentar… no tengo el valor para hacerle daño, al menos no ahora, soy yo de nuevo.

El maldito sigue maullando y cada vez más fuerte, que quiere? Despertar a los muertos?

Comencé a reírme despacio primero y una enérgica carcajada callo al gato. Tenia que concentrarme casi pierdo el rumbo por culpa de ese gato… ¿Y ahora que? … ah claro, lavarme las manos. La sangre ya se estaba secando y se vuelve realmente un asco limpiarla, no quise hacerlo en la piscina, nunca me atreví a orinar ahí menos lavarme la sangre, mi madre me mata, otra vez la risa compulsiva, esta vez el gato respondió, se estaba acercando.

Tome mi bolso, me subí a mi bicicleta y partí rumbo a… no sé... por ahí la verdad no sabia a donde ir solo tenia que salir de ahí. Coágulos de sangre quedaron entre mis dedos y el manubrio. Escuche un ruido conocido, un tipo de canción… me estaba siguiendo… ¡Mierda, mi celular! Me detuve como pude… pero cortaron, fue demasiado tarde. No importa era mi pololo.



Llegue a la pensión y ahí estaba el Gonzalo esperándome.

Donde estabas?
Por ahí.
Te llame al celular, no contestaste. Incluso llame a la casa de tus papás, nadie contesto, salieron de viaje?
Algo por el estilo, un viaje relativamente largo.

Me desperté muerta de risa, peor nadie estaba ahí para acompañarme. De nuevo la sangre y ahora si estaba seca. Me metí en la ducha y el sentir el agua helada por mis pechos me excité, últimamente esto me pasaba muy seguido. Mientras me jabonaba pensaba en los seudónimos que me pondrían en los diarios, la viuda negra quizás, por haber matado a mi pareja después del coito, entonces de verdad me sentí cochina, no había echo nada original… claro que si era original para mi, nunca antes lo había echo, era la primera vez, duele, pero así es la primera vez o no? Nunca antes había matado a alguien. Mi madre fue la primera y su nuevo esposo el segundo y Gonzalo el afortunado tercero, pero faltaba algo, nunca me han gustado los números impares…suicidio? ¡No! Eso si es poco original.

Me cambié de ropa muchas veces, el resto lo metí en la tina del baño y la quemé, igual que las sabanas. Solo me quedaba un cacho por resolver, Gonzalo, incluso muerto estorbaba. Desocupe el refrigerador y lo puse ahí, busque entre sus ropas y encontré una pulsera de plata, estaba grabada con mi nombre y atrás decía “te amo”. Que tierno, estuve a punto de tener remordimientos pero se me paso, menos mal.

1 comment:

Anonymous said...

este te aplaudo
mucho muy weno
acuerdate ke tay hablando
con un fantasma
xD
saludos liña